La transformación y transición de la industria de las fragancias hacia un modelo más sostenible y responsable medioambientalmente ha puesto en el punto de mira como uno de los punto de partida a las fragancias biodegradables. Dichas fragancias tienen la capacidad de no impactar en el medio ambiente y volver a la cadena trófica sin dejar rastro en un breve periodo de tiempo. Actualmente, los fabricantes están inmersos en la investigación de nuevos ingredientes biodegradables para el sector de fragancias, y ya contamos con gran número de innovaciones para ser empleadas en formulaciones destinadas al consumidor final, ya sea en fragancias finas o en fragancias de cuidado personal y del hogar. Analizamos el potencial que tienen las fragancias biodegradables.
Antes de explicar qué son las fragancias biodegradables, vamos a detenernos en el significado de biodegradable
“Biodegradable” es un término que se utiliza para describir algo que puede descomponerse en sustancia más pequeñas y naturales con el tiempo. Cuando algo es biodegradable es bueno para el medio ambiente porque no contamina tanto y no deja residuos dañinos. Los materiales biodegradables pueden ser procesados por la naturaleza —como bacterias y otros organismos—, y convertirse en parte del ciclo natural de la vida. Es como si el objeto se convirtiera en algo que la naturaleza puede utilizar nuevamente y, por tanto, volver a la cadena trófica de la vida.
Por lo tanto, biodegradable significa que algo puede romperse o descomponerse en componentes más pequeños y seguros para el medio ambiente, en lugar de permanecer como residuo por mucho tiempo.
¿Qué son las fragancias biodegradables?
Las fragancias biodegradables son compuestos químicos utilizados en la industria de de las fragancias que tienen la capacidad de descomponerse de manera natural y rápida en el medio ambiente. Cuando se aplican o liberan al medio ambiente, las fragancias biodegradables experimentan un proceso de degradación mediante el cual se transforman en componentes más simples, tales como agua, dióxido de carbono y otros compuestos naturales. Estos productos finales son inocuos y no causan impactos negativos en los ecosistemas.
Los laboratorios se ciñen actualmente a las pruebas de biodegradabilidad marcadas por las directrices de OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), ISO y OPPTS (Oficina de Prevención, Pesticidas y Sustancias Tóxicas), aunque todavía no hay una regulación que dirija de manera homogénea los estándares biodegradables. Para sustancias volátiles –la mayoría de los ingredientes que constituyen la fragancia–, se siguen los test OCDE 301, 302 y 310, que clasifican las sustancias según su biodegradabilidad en:
- Readily (el 60 % de la sustancia se degrada en 28 días).
- Inherently (el 60 % de la sustancia se degrada en 60 días).
En Europa, por ejemplo, la regulación de detergentes exige la biodegradación rápida de todos los tensioactivos, y la etiqueta ecológica no solo prohíbe los tensioactivos no biodegradables, sino que limita la utilización de cualquier sustancia orgánica no biodegradable.
Con el fin de ayudar a las empresas de fragancias a unificar criterios, IFRA (Asociación Internacional de Perfumería) ha elaborado un White Paper con recomendaciones sobre criterios y declaraciones relacionadas con la biodegradabilidad para mejorar la comunicación entre las casas de fragancias y los clientes de la cadena de suministro. Los asociados de AEFAA pueden acceder a este documento en la intranet.
¿Por qué son interesantes las fragancias biodegradables para los futuros desarrollos de la industria de la perfumería?
La importancia de las fragancias biodegradables en la industria olfativa radica en su capacidad para reducir el impacto ambiental asociado a los productos perfumados.
Los compuestos no biodegradables pueden persistir en el medio ambiente durante largos periodos de tiempo, mientras que las fragancias biodegradables se descomponen de manera natural en el medio ambiente, sin ningún efecto negativo para la naturaleza. Por este motivo, las fragancias biodegradables tienen un gran potencial para la industria de la perfumería, ya que se convierten en una alternativa viable y sostenible a nivel de impacto final del producto para formular fragancias con la posibilidad de repercutir en menor medida en el medio ambiente como residuo.
A pesar del prometedor futuro que tienen las fragancias biodegradables para contribuir a una industria más sostenible, los perfumistas indican que hay que ser cautelosos con los reclamos (claims), ya que la fragancia de un producto cosmético, por ejemplo, puede representar tan solo un 1 % en el total de la fórmula.
Falta de homogeneización de un estándar biodegradable
La mayoría de las casas de fragancias cuenta con un protocolo de biodegradabilidad propio, pero no existe un estándar homogéneo. De momento, son las propias compañías de fragancias las que se autoimponen ceñirse estrictamente a las exigencias Readily para elaborar fragancias biodegradables.
Otro hándicap para desarrollar fragancias biodegradables es la complejidad para evaluar las mezclas. Normalmente se suele analizar la biodegradabilidad de los ingredientes individuales y se suman los porcentajes en peso de los ingredientes que son biodegradables.
En el caso de los aceites esenciales, se trata de sustancias que son sustancias naturales complejas (mezclas) y de origen natural a la vez, que requieren igualmente de un criterio para determinar en qué periodo de tiempo se degradan.
Innovación en fragancias biodegradables
Entre las compañías que están volcadas en desarrollar fragancias biodegradables se encuentra la española Iberchem (empresa que forma parte de Croda International) que en el último año ha presentado Vernovacaps, una nueva tecnología biodegradable de encapsulación de fragancias, y su último proyecto, IB-BI, un laboratorio de pruebas de biodegradabilidad de fragancias.
“IB-BI permitirá a Iberchem ofrecer soluciones de fragancias biodegradables a los clientes más rápido que nunca. Los clientes podrán disfrutar de altos niveles de confianza en nuestras pruebas de biodegradabilidad, científicamente probadas, para comercializar su producto final con total garantía”, explica Manuel Serna, científico de Nuevas Tecnologías de Iberchem.
En el caso de Kao, la compañía también está comprometida con el desarrollo de ingredientes biodegradables y ha desarrollado una base de datos que contempla la biodegradabilidad de toda la paleta del perfumista. De esta manera, el departamento de I+D puede crear fragancias totalmente biodegradables.
Givaudan también cuenta con su propia tecnología para la encapsulación biodegradable de fragancias, PlanetCaps, aplicada a suavizantes para telas. Además, la compañía está trabajando para encontrar moléculas biodegradables alternativas a las que se usan tradicionalmente en perfumería y que no tienen este perfil sostenible. Por ejemplo, el Ambrofix, uno de los ingredientes más utilizados en perfumes, tiene su réplica biodegradable en la paleta de Givaudan, que lo obtiene a partir de un proceso biotecnológico de fermentación de caña de azúcar de origen responsable. El resultado es una molécula con una nota ambarina, poderosa, estable y sostenible.
Por su parte, Lucta también ofrece a sus clientes una solución de cápsulas biodegradables, LuctaCaps Pure. “Con esta gama de fragancias encapsuladas biodegradables para el cuidado de la ropa, los consumidores pueden seguir experimentando la sensación de frescor, bienestar y olor a ropa limpia durante más tiempo, cuidando al mismo tiempo del medio ambiente”, explica Alexandre Cevallos, director técnico del Grupo Lucta.